Depresión en los perros, ¿cuáles son las causas y los signos más comunes?

Al igual que los humanos, los perros no están libres de problemas de carácter psicológico y emocional. La depresión en los perros, por ejemplo, es una enfermedad más común de lo que se
piensa.

En este caso, hay una serie de razones que pueden estar detrás de un perro deprimido, como:

  • Los cambios de casa
  • La llegada de nuevos miembros a la
    familia
  • La pérdida de seres queridos. 

La depresión canina puede llegar a ser grave si no se le dan los cuidados idóneos. 

Por lo tanto, es importante observar a tu amigo para entender este comportamiento y así
encontrar la mejor manera de ayudarle.

¿Qué causa la depresión en los perros?

Al contrario de lo que piensan algunos tutores, los perros también pueden desarrollar un cuadro de depresión. Cuando esto ocurre, es habitual que el tutor note a su amigo extremadamente callado, con la mirada triste, sin apetito y con muy poca energía. Las causas de esta enfermedad pueden ir desde la pérdida de un ser querido hasta un cambio drástico de rutina.

Cuando alguien de la familia fallece o se cambia de casa, sea una persona o una mascota, el perro sufre con el duelo que puede derivar en un cuadro de depresión. Al igual que la salida, la llegada de nuevos miembros a la casa también puede afectar al animal.

Una nueva mascota en la casa, por ejemplo, genera cambios en la rutina, lo que puede hacer que se sienta dejado de lado o celoso. Por lo tanto, es necesario dedicar parte de su tiempo a su amigo de cuatro patas e incluso fomentar el acercamiento entre él y el nuevo miembro (siempre con seguridad, por supuesto).

Además, la relación del tutor con su mascota también puede influir mucho en la imagen. En algunos casos, la dominación ejercida por el humano puede hacer que el animal sienta miedo y
temor a tomar cualquier actitud, dando como resultado un perro deprimido y triste. Por ello, es necesario invertir en un adiestramiento positivo y evitar las órdenes agresivas para garantizar el bienestar de su mascota.

Perro con depresión: los síntomas deben ser observados por el tutor

Cuando se trata de un perro deprimido, el animal siempre dará señales de que algo no va bien. Renata aclara: el perro deprimido suele permanecer con las orejas y el rabo caídos durante todo el día. También se pierde la costumbre de mover la cola.

Además, si notas que tu perro camina con una mirada triste, es importante encender la señal de alerta.

Esto se debe a que la falta de interés también puede ser un síntoma de depresión en un perro. Un perro vivo y juguetón, por ejemplo, puede aislarse y no interactuar tanto con su familia.

Otra señal de que la salud mental de su perro puede estar comprometida es la falta de apetito, ya que un perro depresivo tiende a perder el estímulo para incluso los momentos más agradables, como las comidas.

¿Cómo ayudar a un perro con depresión?

Sabemos que no siempre es fácil controlar nuestras emociones. Pero en el caso de un perro con depresión, vale la pena adoptar algunos hábitos y cuidados para dar valor a la vida de su amigo y así ayudarlo a enfrentar la enfermedad.

En este sentido, los perros deprimidos deben ser estimulados con actividades en su rutina.

Al igual que ocurre con los humanos, el tiempo de inactividad del animal puede ser su mayor
villano. Por eso es importante introducir el juego interactivo para crear nuevas conexiones y placeres. Intente reservar un momento del día para pasear con su perro.

Durante el paseo, permita que el animal se acerque e interactúe con otras mascotas y personas. En el caso de un perro deprimido por la pérdida de la familia, la mejor solución es intentar reforzar aún más los vínculos con él. Unos minutos en su compañía serán buenos para ambos.

Depresión: el perro puede superarla con algunos cuidados

Antes de iniciar el tratamiento de la depresión en tu amigo, es importante que el animal pase por una evaluación médica para identificar el origen del problema. El diagnóstico de la depresión en los perros se hace a partir de la historia del animal.

En este caso, se suelen hacer preguntas sobre su rutina, comportamiento y cambios recientes, ya que cada detalle puede marcar la diferencia en el proceso del perro. Generalmente, la consulta de comportamiento tiene alrededor de un año y medio.

Después de eso, se puede iniciar el tratamiento que puede variar desde la inclusión de juegos y
actividades en la rutina del animal hasta terapias con feromonas o alopatías.

En el primer caso, los paseos y las excursiones son una forma estupenda de levantar el ánimo del perro. Ya en situaciones en las que se recomienda el uso de medicamentos, es importante mantener un seguimiento con el profesional para garantizar la salud y el bienestar del perro. 

Además, cabe señalar que los antidepresivos no deben utilizarse como una forma de dopar al animal. Hay que seguir de manera exacta las recomendaciones del veterinario.

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